
En el Grupo BMW, propietario de la marca de coches de lujo Rolls-Royce, las sinergias entre las marcas son habituales. Por ello nos encontramos en los Rolls-Royce con los sistemas de navegación de BMW o la disposición de algunos mandos alrededor del iDrive idéntica a la de los modelos BMW que lo incorporan, aunque construídos con unos materiales de mayor calidad percibida.
Pero tal vez no haya habido sinergias entre BMW y Rolls-Royce con las llantas de fibra de carbono, un elemento que puede equipar el BMW M4 GTS por la nada despreciable cifra de 12.500 euros, y que también están disponibles como parte de la dotación de en el Rolls-Royce Ghost y Wraith Black Badge en cuyo desarrollo la marca de Goodwood ha invertido 4 años.
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